dimecres, 4 d’abril del 2018

Sacsejada


Iba la muerte descalza por la calle gris y sucia del barrio de Santa Fe, cuando un hombre con capa y sombrero se cruzó en su camino. Ella, la muerte, paró sus pasos y se giró a observarlo . De repente, pasó lo inevitable, un cuervo negro con ojos centelleantes apareció de la nada y plantándose delante del bolígrafo  exclamó: - Però tu no escivies en català? 
Deu meu! L’ensurt que m’ha fotut el corb m’ha fet caure de la cadira i ara porto dos punts al cap. No es pot estar tan concentrada quan els animals tenen veu propia dins les històries.